El Manneken Pis, una pequeña estatua de bronce, es un símbolo emblemático del humor bruselense. Situada no lejos de la Grand-Place, esta estatua atrae a visitantes de todo el mundo y suele ir ataviada con diversos disfraces. La estatua original, creada a principios del siglo XVII, fue sustituida por una réplica en 1965. El Manneken Pis se viste a menudo con diversos disfraces para eventos especiales, reflejo de la cultura y el humor belgas. Su atractivo no reside sólo en su aspecto, sino también en la leyenda que lo rodea, convirtiéndolo en un símbolo del espíritu de Bruselas.